“La escuela es una idea que ha engendrado con vosotros “
Don Alfonso Rubio y Rubio comenzó su actividad docente en 1944, impartiendo Filosofía, Literatura e Historia en el Instituto Valladolid de la ciudad de Morelia.

En 1945 se incorporó al cuerpo docente del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey como profesor de tiempo completo, ocupando las cátedras de Filosofía y Literatura. Más tarde extendió su actividad docente a los campos de la Historia de la Cultura, Historia de la Educación e Historia del Arte. En la misma institución desempeñó, a través de cuarenta años de servicio, los cargos de Jefe del Departamento de Humanidades (1948), Director de la Escuela de Letras (1958), Director de la Escuela Preparatoria (1970) y Vicerrector Académico en el área de Enseñanza Media Superior (1971). Durante estas diversas gestiones, fue fundador y director de las revistas de Humanidades: Trivium, Cuadernos de Humanidades y Cuadernos de Investigación Humanística; a iniciativa suya se fundó la Escuela de Letras y se establecieron los cursos de Humanidades, con carácter obligatorio, en las carreras profesionales; diseñó el modelo nacional de la Escuela Preparatoria Abierta y fue el director general del plan piloto de la misma en el ITESM; diseñó el modelo de las Escuelas Preparatorias de Ciencia y Tecnología del propio Instituto y presidió el comité que elaboró el primer Estatuto Orgánico (1970) de la misma Institución.

También, fue profesor huésped y conferenciante en la Universidad de Nuevo León y en Arte A. C., conferenciante en la Alianza Francesa, en el Instituto Regiomontano de Cultura Hispánica, en el Instituto México-Norteamericano de Relaciones Culturales, en la Universidad Mexicana del Noreste, en el Museo de Monterrey, en el Centro de Arte Vitro, en los diversos clubes sociales y de servicio, y en industrias y asociaciones profesionales de Monterrey.

Complementa esta actividad académica como profesor, conferenciante y consultor en otras ciudades de la República, en España y en Estados Unidos.

Participó en el desarrollo cultural de Monterrey como miembro fundador de Arte A. C., del Instituto Regiomontano de Cultura Hispánica y del Museo de Monterrey; como colaborador de “Poesía en el Mundo”, de la Sociedad Artística Tecnológico de la Universidad de Monterrey, de Promoción de las Artes, del Centro Cultural Alfa (Planetario) y como organizador de un gran número de eventos culturales.